El 6 de octubre transcurrieron 100 años desde que Paramahansa Yogananda impartió su primera conferencia en Estados Unidos sobre «La Ciencia de la Religión», en el Congreso Internacional de Religiosos Liberales que se llevó a cabo en Boston, en 1920. Ese evento estaba orientado al tema de «la libertad» y, por ello, en el mes actual presentamos pensamientos de Paramahansaji sobre cómo encontrar la verdadera libertad que todos buscamos —liberando el alma de la causa fundamental del sufrimiento y experimentando nuestra verdadera naturaleza que es Bienaventuranza— a través de la ciencia del yoga.
Acostumbrados durante largo tiempo a vivir en el cuerpo, hemos olvidado lo que significa la verdadera libertad... Es vital para cada hombre descubrir su alma y conocer su naturaleza inmortal. El Yoga muestra el camino.
El yoga, la divina unión con Dios, es el único camino seguro para superar el cautiverio al que nos somete el engaño. Jesucristo y los maestros de la India enseñaron que esa libertad se obtiene controlando la fuerza vital que fluye hacia el exterior, en dirección a los sentidos, y dirigiéndola hacia el interior a fin de centrar la conciencia en la comunión con la perfecta bienaventuranza de Dios.
En las enseñanzas de todas las religiones… siempre se enfatiza una verdad: mientras el hombre no se conozca a sí mismo como Espíritu —la fuente misma de la Bienaventuranza— se verá limitado por los conceptos mortales y sujeto a las inexorables leyes de la naturaleza. El conocimiento de su verdadero ser le aportará la libertad eterna.
Muchas personas creen que pueden emprender cualquier actividad que se les ocurra, y consideran que eso es libertad. Sin embargo, la verdadera libertad consiste en hacer lo que debes hacer cuando debas hacerlo. De otra ma¬nera, serás un esclavo; deja que solamente la sabiduría te guíe.
El alma se halla atada al cuerpo mediante una cadena de deseos, tentaciones, problemas y preocupaciones, y está tratando de liberarse. Si continuas tirando con fuerza de esa cadena que te mantiene sujeto a la conciencia mortal, algún día una invisible Mano Divina intervendrá y la romperá, y serás libre.
