Estimados amigos:
Paramahansa Yogananda declaró: «El Kriya Yoga más la devoción: funciona como las matemáticas; no puede fallar».
A quien comienza a practicar yoga y sus técnicas de meditación, tales como las que se imparten en el sendero del Kriya Yoga, SRF le recuerda la necesidad de cultivar una relación profunda y duradera con el aspecto de la Divinidad que más conmueva el propio corazón.
Después de todo, como dejó claro Paramahansaji: «Existe un elemento personal en la búsqueda de Dios que es más importante que el dominar toda la ciencia del Yoga». Debemos seguir la ciencia yóguica para llegar a la puerta del Infinito, pero luego nuestro amor, nuestro anhelo personal, es necesario para que Dios nos haga pasar por esa puerta.
Usted quizá prefiera pensar en Dios como Padre Celestial, o como Madre Divina, o Amigo, o Bienamado. Hay quienes se sienten atraídos a ver a Dios manifestado en un verdadero gurú o encarnación divina como Cristo o Krishna, o tienden hacia un aspecto más sin forma como el Amor Infinito, la Bienaventuranza o la Sabiduría.
Sea cual fuere la imagen de la Divinidad que más conmueva su corazón, busque ese aspecto sin reservas, con la certeza de que, en la devoción a Dios y en la unión final con Él, usted satisfará un anhelo que nada más puede colmar.
«Forjar verdaderos amantes de Dios, verdaderos conocedores de Dios, es el propósito de las enseñanzas de la India, lo que sus escrituras han proclamado al género humano. Mucho antes de la era de la cristiandad, del budismo y de otras religiones, la India señalaba ya el camino, y por ese motivo la amo tanto. Sus enseñanzas son lo que el mundo necesita hoy en día».
Esperamos que este boletín le ayude a profundizar la práctica individual de la devoción, para que experimente cada vez más la Divinidad en su corazón en forma de conciencia permanente.
De las charlas y los escritos de Paramahansa Yogananda:
La devoción se basa en clamar a Dios como nuestro propio verdadero Ser amado, porque ¿no somos acaso sus hijos, creados por Él a su imagen?.
El sistema de desarrollo espiritual en el que uno aprende a “amar a Dios con todo su corazón” se conoce en la India como Bhakti Yoga — la unión con Dios por medio del amor y la devoción incondicionales—.
El amor entre el alma y el Espíritu es el amor perfecto, el amor que estás buscando. Cuando meditas, el amor crece. Millones de emociones pasan por tu corazón.
El sentarse en silencio, esforzándose por sentir devoción, puede a menudo no conducir a ningún sitio. Por eso yo enseño técnicas científicas de meditación. Practícalas y serás capaz de desconectar la mente de las distracciones sensoriales y del habitualmente incesante fluir de los pensamientos. Por medio de la práctica de Kriya Yoga, nuestra conciencia funciona en un plano más elevado; la devoción al Espíritu Infinito surge entonces espontáneamente en el corazón del hombre.
Cuando estás abstraído en el amor a Dios, encuentras Su respuesta allí, en el centro del corazón: un profundo sentimiento de calma y gozo divino que brota en el corazón y atrae tu atención o concentración hacia ese centro. Ese sentimiento en el corazón es como un gran cometa de luz, y en esa luz está el amor de Dios. En ese sentimiento debes concentrarte... Apenas me concentro en el corazón, siento esa luz, ese resplandor del amor de Dios que todo lo consume.
El verdadero amor es divino, y el amor divino es gozo. Cuanto más medites, buscando a Dios con ardiente deseo, con mayor intensidad sentirás ese amor en tu corazón. Así sabrás que el amor es gozo y que el gozo es Dios.
Como si fuese una plomada, tu devoción debe adentrarse cada vez más en el mar de la percepción divina. Aquellas personas que en la meditación mantienen abiertos los ojos de su visión interna percibirán la presencia de Dios aquí, en el corazón.
Sri Daya Mata, la tercera presidenta y líder spiritual de SRF/YSS, ejemplificó en su vida la dicha y la plenitud que provienen de cultivar una devoción centrada en la Divinidad. En el blog de SRF se puede leer un extracto de una de las charlas de Sri Daya Mata donde comparte simples pasos a seguir para cultivar una relación interior más amorosa con la Divinidad a través de la práctica de la devoción.